Código ejemplo redirección blogger a web IZQUIERDA UNIDA: Vivienda estima que hay cerca de 20.000 casas nuevas sin vender

EL ONTÍGOLA QUE TOD@S QUEREMOS

15 junio 2009

Vivienda estima que hay cerca de 20.000 casas nuevas sin vender

Toledo es la segunda provincia española con más viviendas nuevas construidas y pendientes de venta en proporción a su población, con 29 por cada 1.000 habitantes

El primer informe sobre el estocaje de vivienda nueva pendiente de venta del Ministerio de la Vivienda estima que en la provincia de Toledo había 19.490 casas en esta situación a finales del año pasado. Esto convierte a este territorio en la octava provincia española en número de viviendas construidas sin vender tras la crisis inmobiliaria, superada por Barcelona, con 55.315 viviendas sin vender, Madrid con 51.034, Alicante con 46.366, Valencia con 30.038, Murcia con 27.279, Málaga con 21.092 y Santa Cruz de Tenerife con 20.578.
Este dato, por si solo, ya impresiona. Sin embargo, asombra todavía más si se pone en comparación con la población existente en la provincia. En ese caso, Toledo pasa a ser la segunda provincia con más casas pendientes de venta por cada 1.000 habitantes, 29,1. Apenas la supera Castellón, con 30 por cada 1.000 habitantes.
Por sí sola, Toledo agrupa cerca de un 40 por ciento de las 45.488 viviendas sin vender de la región. Hay que destacar que, según el estudio del Ministerio, había a 31 de diciembre de 2008 un total de 613.512 casas nuevas esperando su difícil venta tras el estallido de la burbuja de la construcción.
El objetivo de este estudio es estimar el estocaje de viviendas, definido como el número de viviendas terminadas sin vender. El estudio permite además la cuantificación de las viviendas consideradas como de residencia habitual susceptibles de transformarse en vivienda protegida a través de las medidas transitorias incluidas en el Plan Estatal de Vivienda y Rehabilitación.
Se ha elaborado a través de un muestreo realizado en poblaciones representativas del impulso constructor. En el caso toledano, se ha centrado en 10 municipios: la capital, Talavera de la Reina, Layos (en el entorno de la ciudad de Toledo) y las sagreñas Illescas, Seseña, Bargas, Borox, Mocejón, Olías del Rey y Yuncler.
Como se ve, el estudio del Ministerio de la Vivienda se centró sobremanera en el Norte toledano, una zona que hasta la actual recesión vivió un fuerte auge constructor al ser escogida como lugar de residencia por numerosos habitantes de la vecina Comunidad de Madrid. El delegado de Ordenación del Territorio, Félix Ortega, enfatiza esta circunstancia para explicar el gran número de viviendas sin vender acumuladas. «El norte de la provincia, sobre todo la zona de La Sagra, ha sido una suerte de área de expansión de Madrid. Y la compra de viviendas aquí se ha parado igual que en Madrid», analiza Ortega.
Por su parte, el responsable provincial de la Federación de Construcción de CCOO, Mariano Ballesteros, destaca que el gran número de viviendas sin vender no significa que no haya gente que precise adquirir una casa. «Lo que pasa es que quieren comprarla a un precio acorde a su salario, a 80.000, 90.000, 100.0000 euros... Lo que no van a hacer es pagarla 200.000, 300.000 o más». Pone como ejemplo las listas de espera en las promociones de viviendas de protección oficial. Esta apreciación es corroborada por Ortega, que recuerda que a la última promoción de vivienda pública en el Polígono de Toledo, de 185 viviendas, se apuntaron unos 2.000 solicitantes.
Por ello, Ballesteros señala que la reducción del estocaje de viviendas dependerá de una reducción de los precios de la vivienda acorde a la situación real de la economía, algo que va más lento de lo previsto, además de una reactivación del crédito hipotecario ya que su caída fue el origen de la actual crisis constructora. Además, reclama un nuevo modelo en la construcción de casas más adaptado a cubrir las necesidades básicas de alojamiento de la mayoría de población, como los bloques de pisos.
El delegado coincide en la necesidad de que la construcción se reactive con «un modelo más sostenible», pero advierte de la dependencia de la construcción toledana de la clientela madrileña para no dar por muertas las urbanizaciones de viviendas unifamiliares. «Un señor que vive en Madrid normalmente esta en un piso, y si se plantea alejarse a Toledo, es porque adquirirá una casa más grande, como un adosado, con la que tendrá más espacio y más calidad de vida», razona Ortega.

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